En 1923 la escuadra americanista efectúa una gira por Guatemala y con esto se convierte en el primer representativo nacional que interviene en un encuentro fuera de territorio mexicano.
También en este viaje nace el que es hasta nuestros días el grito de guerra del futbol mexicano, el "siquiti-bum a la bim-bom-bá". En lo deportivo todo fue positivo, con dos triunfos en las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango.
La primera estrella en nuestro haber se obtuvo de manera invicta en 1924-25, título ganado algunas fechas antes de que finalizara el campeonato.
En 1925-26 el América termina en un empate en la primera posición con el Asturias y el campeonato se definió en una serie de tres juegos. América consiguió dos victorias y con ésto el bicampeonato, además de ser considerado como el mejor equipo de la capital, por encima del España.
En 1926-27, América se proclama Tricampeón. De nueva cuenta los Azulcremas finalizan la temporada en la cima y con esta triple conquista se le otorgó la llamada "Copa Challenger", distinción a la cual se hacía merecedora la escuadra que obtuviera tres campeonatos de manera consecutiva.
En la temporada de 1927-28 se confirma que el América es el mejor equipo de nuestro futbol. Sólo perdió un partido, con el Necaxa, y además Ernesto Sota fue el campeón goleador con 16 anotaciones.
El buen momento vivido por el América fue motivo para que los federativos consideraran a la escuadra Azulcrema para ser la base de la Selección Nacional, tanto para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 como para el primer Mundial de futbol, realizado en Uruguay, en 1930.